A día de hoy, la Junta de Andalucía tiene deudas pendientes con los países pobres, a través de las ONG receptoras, que alcanzan los 37 millones de euros. Tiene difícil pagar los casi 21 millones comprometidos del último trimestre del 2012.
De los casi 21 millones de euros, 2.863.269 van dirigidos exclusivamente a proyectos en Andalucía. Dos ejemplos de hacia dónde va el dinero público son: “Investigación aplicada y participativa para diagnósticos de género con sensibilidad cultural desde un enfoque de derechos”, por un lado, e “Intervención desde la ED en los procesos educativos de las asociaciones juveniles para mejorar la gestión sostenible del medio ambiente”.
Los 18 millones que van al exterior son para entidades y proyectos que despiertan todo tipo de dudas y suspicacias. Los ejemplos se repiten cada año: “Mejora de la salud sexual y reproductiva de las zonas rurales del Distrito de Bogodogo”, 760.631 euros; “Desarrollo integral con enfoque territorial del Distrito de Tavaí, departamento de Caazapá”, 1.057.832 euros o “Yanapannakuy: Trabajando juntos podemos superar la iniquidad y la exclusión educativa mejorando logros de aprendizaje de niños y niñas en Quispicanchi”, 252.037,15 euros.
También en el último ejercicio ha financiado partidas para el fomento del cultivo de la banana en El Salvador y para proyectos de colonización de los Andes.
Por lo tanto, el gobierno de coalición de socialistas y comunistas mantiene un doble discurso en cuanto a referencia del gasto público: mientras amenaza con cerrar colegios y hospitales porque es incapaz de mantenerlos, deja el grifo abierto de dinero para subvenciones a sindicatos y agrupaciones sociales próximas a sus partidos.
Así vuelve a sorprender que las dos principales centrales sindicales, UGT y CC OO, en lo que ya viene siendo una costumbre, con independencia del nombre de la partida con la que se les adjudica el dinero público, siempre reciben la misma cantidad.
Los de Ignacio Fernández Toxo recibieron 29.500 euros para el proyecto “difusión y concienciación sobre el trabajo con derechos de las personas inmigrantes”. Exactamente la misma cantidad que se dio a los de Cándido Méndez para que desarrollasen su programa destinado a la “promoción e integración en igualdad y atención integral a la población”.
El Sindicato de Obreros del Campo y del Medio Rural de Andalucía, perteneciente al SAT, obtuvo 3.200 euros para la “atención y asesoramiento en materia laboral y social a trabajadores/as”.
Denominados Programas de acción social, también han repartido generosas ayudas a colectivos del entorno homosexual. La Fundación Triángulo ha recibido 8.000 euros para la actividad “TMS’12ANDA”; La Asociación de Transexuales de Andalucía-Sylvia Rivera, 15.000 para el programa “por la igualdad y mejora de la vida de las personas transexuales; y la Federación Coordinadora Girasol de Grupos de Lesbianas y Gays de Andalucía, 17.000 euros para el mantenimiento de la Oficina Técnica de Atención Social Integral.
Estas cantidades que pueden parecer pequeñas, pero que se distribuyen durante todo el año en partidas de diferentes cuantías hasta completar cifras próximas a los 40 millones de euros para cada una de las centrales sindicales.
Los gastos que Griñán dedica al mantenimiento de la buena colaboración con sindicatos y otras entidades sociales próximas a su espectro electoral no han hecho más que aumentar. Todo ello a pesar de que se encuentra en plena investigación judicial en el marco de los ERE fraudulentos, cuyo despilfarro podría haber superado los 1.200 millones de euros, convirtiéndose en el mayor caso de corrupción de la historia.
De esta manera, Andalucía, la comunidad española con más paro de la Unión Europea y la que presenta los peores índices de desarrollo, destinará este año casi 100 millones de euros a la ayuda exterior. Así, la región gobernada por José Antonio Griñán se convierte en líder en derroche en cooperación internacional.
saludos desde el MOVIMIENTO REXISTA www.movimientorexista.com
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