La deriva separatista de Convergència i Unió (CiU) se convierte en un espejismo cada vez que los nacionalistas catalanes manifiestan dependencia económica de las arcas estatales. Al hecho de que la Generalitat solicitara al Ministerio de Hacienda un rescate de 5.000 millones de euros el mismo día que Artur Mas convocaba elecciones anticipadas para enfilar un proceso separatista, se une otro episodio no menos revelador. De igual modo, los convergentes son capaces de anunciar la pronta celebración de un plebiscito secesionista, tenga o no encaje con la Constitución, a la vez que reclaman al Ministerio de Defensa que no acometa el cierre de la Academia de Suboficiales del Ejército de Tierra en Talarn (Lérida).
Así lo exigieron los nacionalistas catalanes en la última Comisión de Defensa celebrada en el Senado. En concreto, el parlamentario Josep Maldonado (CiU) defendió el mantenimiento del centro militar por suponer “un instrumento de reactivación o mantenimiento de la economía” en la comarca.
En su intervención, Maldonado dijo: “Puede sorprender que un partido nacionalista, como Convergència i Unió, entre en este debate cuando está inmerso en otro soberanista, pero este es realmente un debate socioeconómico”. A pesar de esta postura contradictoria, el senador catalán esgrimió: “Lo cortés no quita lo valiente”. Una afirmación que tuvo su respuesta por parte del senador popular Rogelio Rodríguez, que ironizó: “Yo no entiendo un Estado independiente sin Ejército propio o con un Ejército de otro Estado independiente dentro”.
De momento, los cadetes que ingresaron en la academia este mes de septiembre tienen garantizada su estancia hasta el próximo diciembre, fecha que fijó el ministro de Defensa, Pedro Morenés, para tomar una decisión definitiva cuando fue preguntado al respecto la pasada primavera.
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