El presidente de la Junta de Andalucía, José Antonio Griñán dimitirá de su cargo a finales de agosto pero no abandonará su puesto como secretario general de los socialistas andaluces.
Griñán asegura que todo lo que se está diciendo son mentiras, que el caso que investiga la jueza Alaya le afecta en el ámbito personal y asegura que no hay ninguna razón jurídica para imputar al presidente de la Junta.
Griñán asegura que los motivos más importantes para tomar esta decisión han sido de carácter personal y familiar.
"Es una decisión de futuro meditada desde la responsablidad. Es la mejor decisión para agotar la legislatura y fortalecer la coalición del Gobierno", ha indicado Griñán, quien se apartará de los cargos públicos pero no de los del PSOE.
La cuestión es que ya era hora de que se produjera una dimisión, aunque no sea instantánea ni aparte a señores de este tipo de la política, por el gran escándalo producido y sobre todo por el robo de tantos millones de euros a ciudadanos honrados.
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