viernes, 30 de marzo de 2012

La huelga fracasa y culmina con graves disturbios en Barcelona

Los sindicatos, que cifran el paro de "éxito", no han logrado ni siquiera alcanzar el seguimiento de la huelga general de 2010 contra Zapatero. Los disturbios han sido constantes a lo largo del día y especialmente violentos en Barcelona. 

El seguimiento de la huelga no ha sido masivo, pero el daño causado a la economía española puede superar los 5.000 millones de euros más una imagen exterior de España que, como han dicho de diversas instituciones, nos acerca más a Grecia que a Alemania, el furgón de cola y la locomotora, respectivamente, de la riqueza y estado de bienestar en Europa.

La huelga ha sido especialmente violenta en Barcelona, pero en toda España se han sucedido altercados que se han saldado con un centenar de heridos y 176 detenidos, y con las dos partes en sus posiciones de salida, ya que UGT y CC OO mantienen su rechazo a la reforma laboral y el Gobierno descarta cambios sustanciales.

La directora general de Política Interior, Cristina Díaz, ha repetido que el impacto de la huelga ha sido "muy moderado", inferior al de otras convocatorias.
Según sus datos, el seguimiento ha sido del 16,71 % en la Administración General del Estado, del 19,42 % en las administraciones autonómicas y del 15,24 % en las entidades locales.

Además ha detallado que el consumo eléctrico se ha situado sólo con un descenso del 16,61 por ciento mientras que, ha apostillado, en la huelga del año 2010 se registró una caída del 19,6 por ciento y en la convocatoria de 2002 de un 23,9 por ciento.

Éxito para los sindicatos

UGT y CC OO, sin embargo, sitúan la media en el 77 por ciento, aunque precisan que en algunos sectores, como la industria, la huelga ha tenido un seguimiento muy alto, cercano al cien por cien, y en otros el porcentaje ha sido bastante inferior, en especial en la Administración Pública.

Por comunidades, los sindicatos han logrado el mayor apoyo en el País Vasco, Galicia, Navarra y Asturias. En la hora del balance, los secretarios generales de CCOO y UGT, Ignacio Fernández Toxo y Cándido Méndez, han subrayado que no cejarán en su empeño y han ofrecido al Gobierno iniciar un camino distinto para buscar un consenso que relance la actividad económica y reduzca el paro.

La ministra de Empleo, Fátima Báñez, les ha contestado que los sindicatos son fundamentales y que el Ejecutivo cuenta con ellos para entablar un diálogo "abierto y permanente", pero ha dejado claro que las partes básicas de la reforma laboral no se van a modificar. Bañez ha subrayado que la agenda de reformas del Gobierno es "imparable".

                                                                                                               Fragmentos: LA GACETA

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